Sí valió la pena porque ahí estaba guardada y uno para qué la quiere», fue lo que dijo Efraín al entregar su arma sin mayores preguntas a elementos de la Sedena
Hace poco más de 40 años Efraín recibió como un regalo un revólver. Sin embargo, a su padre no le gustó el obsequió y se lo confiscó a los pocos días, desde entonces estuvo guardado.
“Hace 10 años que murió mi mamá lo encontré en un beliz donde había un vestido de novia, la tomé y ahí la tuve escondida”, contó el hombre.
Aprovechó entonces para llevarlo este martes al módulo de canje de armas que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) instaló esta semana en la Plaza de Armas del Centro de Guadalajara.
Con información de El Informador
