Monitoreo de aves migratorias para la conservación de ecosistemas

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El 14 de octubre conmemoramos el Día Mundial de las Aves Migratorias, el lema de este año es “Agua: sustentando la vida de las aves”, ya que dependen de los ecosistemas acuáticos que son lugares de descanso, alimento y anidamiento durante sus largos viajes. Esta efeméride se conmemora dos veces al año por el ciclo migratorio de las aves.

La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) apoya acciones para la conservación de los ecosistemas acuáticos y de especies prioritarias.

 

En el marco de una iniciativa de cooperación entre Eco Kaban, Pronatura Noroeste, Tequila Cuadra y la Junta Intermunicipal de Medio Ambiente Lagunas (JIMAL), se instaló una estación de monitoreo Motus, una red de investigación colaborativa internacional que utiliza telemetría de radio automatizada cooperativa para rastrear simultáneamente a cientos de individuos de numerosas especies de aves, murciélagos e insectos; en Jalisco se busca dar seguimiento a la colonia reproductiva de chorlo nevado (Charadrius nivosus) que habita en la Laguna de Atotonilco.

 

Esta estación es la primera en Jalisco y la primera en México en el interior del continente, y forma parte de una red de cooperación internacional que permite a una comunidad de personas investigadoras, educadoras, organizaciones y ciudadanía a emprender proyectos de investigación y educación ambiental sobre la ecología y la conservación de los animales migratorios.

 

Recientemente se registró la presencia de un individuo de falaropo pico largo (Phalaropus tricolor) en el sitio.

 

Gracias a la red de monitoreo, se sabe que del 17 de agosto al 10 de septiembre, esta ave viajó desde el sur de Oregón a Palo Verde, California, donde descansó por 26 minutos para posteriormente trasladarse a Bahía de Lobos, Sonora, descansando 27 minutos y de ahí, se trasladó a la Laguna de Atotonilco en Villa Corona, Jalisco, llegó el 11 de septiembre y permaneció 13 minutos en el lugar.

Esto nos da una idea de las grandes distancias que recorren las aves migratorias (aproximadamente 3,000 km en línea recta, en este caso), así como de la conectividad e importancia de los sitios de descanso y alimentación durante la migración. El estudio, protección y monitoreo de estas especies, permite generar información y políticas de conservación en conjunto con personas investigadoras e instituciones.

 

Durante sus largas travesías, las aves migratorias deben lidiar con factores como el agotamiento físico, la exposición a condiciones climáticas adversas, depredadores y modificaciones de hábitats, así como la constante búsqueda de alimento para mantener sus niveles de energía. Por lo que los humedales, los bosques, y otros ecosistemas que brindan refugio y comida, desempeñan un papel fundamental en el éxito reproductivo y en el mantenimiento de poblaciones de fauna migratoria. La conservación de estos hábitats no solo beneficia a las aves migratorias, también contribuye a mantener la salud y el equilibrio de los ecosistemas en su conjunto.

 

La importancia de las rutas migratorias se extiende a los seres humanos, el avistamiento de aves es una actividad cada vez más apreciada, que contribuye al turismo local de las comunidades. Los sitios de descanso y alimentación en la ruta de las aves migratorias son esenciales para su supervivencia, la biodiversidad regional y global, y el bienestar humano.